Los resultados son los que mandan y el “lobo” de a poco se acomoda en un torneo argentino b que no empezó como se lo deseaba. El cambio evidente se produjo con la llega de Izquierdo y Liggerini, el plantel mostró otra actitud.
Si bien el clásico en la loma fue un gran envión anímico por como se dio el partido, los empates cosechados en casa como el de Maronese, un rival que prácticamente vino a defenderse, hizo enfurecer a varios simpatizantes.
Con la victoria ante Madryn y el alivio de ganar por primera vez, se consiguió un aire renovado, encarando compromisos de otra manera. Hoy con algunos triunfos y mejor ubicado en la tabla general, hacen pensar que a Newbery no le pesa la categoría.
Solo resta ganar de visitante, algo que puede suceder en esta seguidilla a Río Gallegos, Neuquén y Puerto Madryn. A punto de finalizar el año, el “lobo” quiere traer la mayor cantidad de puntos a Comodoro Rivadavia y a pensar en el 2012, luego del receso por las fiestas.
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